Plan Conejo es una política pública creada por Maduro en Venezuela. Su propuesta consistía en darles conejos a los pobladores para que los criaran y pudieran consumir su carne. Se regalaron conejos a varias comunidades, pero cuando los oficiales hicieron seguimiento, se dieron cuenta de que los pobladores los habían adoptado como mascotas y adornado con lazos.
Esto fue un hazmerreír internacional, pero preocupó a los practicantes de la religión yoruba, ya que un sacrificio masivo de conejos era parte de un gran ritual para enfrentar a las catástrofes. Con este punto de partida, Plan Conejo usa documentos históricos reales con la metodología de historia de las mentalidades para seguir los rastros de una secta que persiguió las propiedades mágicas
de los conejos. Los dibujos realistas están acompañados de textos que se hacen pasar como fuentes primarias. Los espectadores tienen acceso solo a una parte de la información y se ven obligados a crear su propia narrativa.
Plan Conejo reflexiona sobre la producción de conocimiento histórico, el diálogo en la esfera pública y los futuros posibles que podemos construir.