Pajarraco pregunta cómo una niña se enfrenta al duelo, a la muerte de otros y la muerte de partes de sí misma. Los dibujos ocurren en un espacio gris, un mundo metafísico, en el que sus habitantes pueden cambiar de forma, materia y tamaño. ¿Cómo podemos reconocer al otro? ¿Cómo podemos amarlo? La transmutación constante entre la vida y la muerte, entre materia y espacio inunda a Pajarraco. Puede que no podamos volver a ser lo que éramos, pero ahora podemos llegar a ser mandarino, nube, estrella.